En reunión con integrantes de la agrupación Somos Monte el Presidente del Instituto de Turismo Mauro Flores volvió sobre el tema de la estación inaugurada el pasado lunes 22 adentro del Parque Nacional.

Si bien diferentes medios de comunicación hablaron de infraestructura para que los visitantes o turistas pernocten adentro del Parque, y aun cuando la ubicación específica y las fotos circuladas coinciden perfectamente con lo que originalmente era el proyecto de construcción de un exclusivo camping de lujo con vista a la laguna El Breal, el funcionario garantiza que se trata de una estación de investigación para biólogos y no de un complejo hotelero para recibir a turistas.

En este sentido aclara que cualquier investigador quiera desarrollar estudios en la nueva área protegida puede solicitar el permiso a la Administración de Parques Nacionales que es la responsable de la estructura.

Invitó los integrantes de Somos Monte a participar a mediado de agosto a una recorrida para conocer de primera mano el lugar y el trabajo desarrollado en conjunto con Parques y la empresa The Conservation Land Trust (CLT).

Como explicaron desde la agrupación, el malentendido evidentemente se originó por la falta de documentos escritos (convenios, estudios de impacto, planes de manejo) sobre los trabajos hechos y lo planeado, además de la desinformación, circunstancia que el funcionario se comprometió a subsanar acercándole la documentación inherente en los próximos días.

Desde la organización también se ha reclamado que se reanuden cuanto antes posible las obras de construcción de los refugios de monte en los parajes de La Armonía (acceso al Parque Nacional) y Nueva Población, que se encuentran parados desde febrero del presente año "por demoras administrativas".

Asimismo, el Presidente de Turismo aclaró y desmintió las voces de que estos refugios puedan darse en concesión a privados, porque su objetivo siempre fue lo de generar trabajo para los pobladores locales.

Se coincidió en la importancia de que no sólo la mano de obra, sino la administración de los mismos quede en mano de las comunidades locales, aunque esto requiera un plan de capacitación de las mismas. En este sentido aclaró que algunas, como la gastronomía, ya se vienen dando en la zona.

La necesidad del respeto de la voluntad y los derechos de las comunidades locales, sean estas indígenas que criollas, quedó fundamentada por los expertos que participan del espacio Somos Monte, que avisaron sobre el peligro que los negocios y los grandes proyectos que se entreven a escala regional terminen afectando y marginando a los pobladores originales del Impenetrable, en el mismo modo que pasa con la agricultura industrial. De acá la obligación del Estado de vigilar para que los más débiles participen a través de consultas previas, libres e informadas sobre todos los proyectos del Master Plan, sea esto adentro que afuera del Parque.

Se aprovechó la ocasión para recordar la importancia de ayudar a todos los emprendimientos ecoturísticos del Impenetrable, no sólo los que se encuentran cerca del Parque Nacional. Un ejemplo es la experiencia de Tantanacuy, emprendimiento ecoturístico que desde hace muchos años trabaja en un paraje entre Miraflores y Fuerte Esperanza, y que hoy se ve amenazado por los desmontes que se realizaron a su alrededor, con el riesgo de dañar irreversiblemente el atractivo natural de la zona. En este mismo sentido si bien reconocen que este emprendimiento ha sido "abandonado" por parte del Estado durante un cierto periodo, se mostró esperanzado de reanudar pronto la colaboración con el Instituto.

Los participantes de la reunión se despidieron aclarando que "si hay alguien que miente alrededor de los proyectos ecoturísticos en el Impenetrable, nos vamos a enterar y actuar en consecuencia".  

Fuente: ACERCA