POLITICA
12 de octubre de 2025
COMO LE PUEDE IR AL PJ EN LAS 11 PROVINCIAS QUE AGLUTINAN EL 84% DEL PADRÓN Y DEFINEN LA ELECCIÓN NACIONAL

LOS CANDIDATOS DE FUERZA PATRIA PISAN FUERTE EN ALGUNOS DISTRITOS Y EN OTROS CORREN DE ATRÁS ANTE LOS OFICIALISMOS PROVINCIALES O LOS LIBERTARIOS. OPTIMISMO MODERADO Y APUESTA POR LA POLARIZACIÓN.
Hay 11 provincias de la Argentina que concentran el 84% del padrón electoral y son, por la cantidad de votantes, determinantes para cualquier fuerza política.
De cara a las elecciones del 26 de octubre, el peronismo presenta situaciones muy disímiles en estos distritos clave.
El equilibrio entre los lugares donde se proyectan triunfos y aquellos donde se prevén derrotas es fundamental para la sumatoria de votos a nivel nacional.
La mayor concentración del padrón se encuentra en la provincia de Buenos Aires (37%), seguida por Córdoba (9%), Santa Fe (8%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con el 7%.
A estos se suman Mendoza, Tucumán, Entre Ríos, Salta, Chaco, Misiones y Corrientes, cada una con un peso del 3% o 4% del electorado nacional.
En la provincia de Buenos Aires, el peronismo (Fuerza Patria) mantiene proyecciones positivas tras el triunfo del 7 de septiembre.
A pesar de que el gobierno nacional logró acortar la diferencia inicialmente, el escándalo de José Luis Espert revirtió la tendencia.
La lista que encabeza Jorge Taiana busca sostener la ventaja de dos dígitos sobre La Libertad Avanza (LLA), apostando nuevamente a profundizar la polarización.
En contraste, en Córdoba, el armado nacional del peronismo, con Pablo Carro a la cabeza, no logra ser competitivo, y ninguna encuesta lo ubica cerca de los dos dígitos.
La histórica fractura con el peronismo cordobés de Juan Schiaretti y Martín Llaryora, sumada a la presencia de Natalia de la Sota, dificultan el desempeño justicialista en la segunda provincia más poblada.
La situación es distinta en Santa Fe, donde el peronismo, con Caren Tepp y Agustín Rossi, disputa un tercio de la centralidad política frente a LLA y el oficialismo de Provincias Unidas, liderado por Maximiliano Pullaro, lo que les abre la posibilidad de un triunfo.
En CABA, se da por descontada la derrota, con el primer lugar para la alianza LLA-PRO (Patricia Bullrich) y el segundo para el peronismo (Mariano Recalde). El objetivo en este distrito es alcanzar más de 25 puntos para asegurar el ingreso de cuatro diputados.
En Mendoza, la lista de Emir Félix también está destinada a un segundo lugar, superada por la lista oficialista que encabeza Luis Petri, fruto de un acuerdo entre el gobernador radical Alfredo Cornejo y el presidente Javier Milei.
Tucumán es un bastión fuerte para el peronismo, donde el actual gobernador Osvaldo Jaldo encabeza la lista de manera testimonial para defender su proyecto político provincial, siendo un aliado del Gobierno Nacional que regresó al lugar de opositor duro ante promesas incumplidas.
En Entre Ríos, la dupla de Adán Bal y Guillermo Michel (senador y diputado, respectivamente) viene creciendo en las encuestas, apostando a la territorialidad pura para dar el batacazo, pese a correr de atrás frente a la alianza entre el gobernador Rogelio Frigerio y el presidente de la Nación, y a la división del voto peronista.
Salta presenta un escenario de tercios, con Juan Manuel Urtubey y Emiliano Estrada creciendo, pero aún lejos de la expresión libertaria de María Emilia Orozco, y con el voto peronista dividido por las candidaturas de Flavia Royón (oficialismo provincial) y Sergio "Oso" Leavy.
En Chaco, Jorge "Coqui" Capitanich se consolida como el principal opositor, buscando definir el primer lugar mano a mano con el joven libertario Juan Cruz Godoy. Misiones es otro distrito complejo, ya que el poderío del Frente Renovador de la Concordia, que conduce Carlos Rovira, impide el crecimiento de la expresión K que encabeza María Cristina Britez.
Finalmente, en Corrientes, la propuesta peronista liderada por Raúl "Rulo" Hadad se proyecta en un tercer puesto, detrás de LLA (Virginia Gallardo) y Provincias Unidas (Diógenes González).
El peronismo evalúa que la clave para un triunfo nacional estará en la diferencia que logren en Buenos Aires, la distancia que acorten en CABA y el lugar que obtengan en Santa Fe, para compensar la pérdida de votos en Córdoba.
En las distintas vertientes justicialistas hay un optimismo moderado, pensando que pueden consolidarse como una oposición nacional fuerte de cara al futuro.
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