EDUCACION
27 de junio de 2021
Una docente publicó un descargo en Twitter sobre la decadencia en la educación y se hizo viral
“Estoy muy triste y muy preocupada por lo que veo en las aulas”, dijo la profesora de secundaria de Lengua y Literatura.
Miércoles, 23 de junio de 202113:33 hs
Lorena Schevalie es profesora de Lengua y Literatura del nivel secundario en Buenos Aires. Hace unos días publicó un descargo en Twitter manifestando su tristeza y preocupación por la situación actual de la educación en Argentina.
En sus palabras, hizo hincapié en que la pandemia acentuó los problemas ya existentes en el sistema. Sus tuits se volvieron virales en pocos minutos
A CONTINUACIÓN, EL DESCARGO COMPLETO:
Les voy a contar sobre mi último llanto. Soy docente de secundaria desde el 2008 y empecé en la primera escuela pública en agosto 2009 después de ir a muchos actos públicos.
Allá por el 2009 trabajaba en el conurbano bonaerense. En el oeste del oeste. Isidro Casanova, González Catán. En esa época empecé a trabajar con las primeras medidas de inclusión educativa. Pibes que iban al colegio y eran (o son, tal vez) tan violentos que no podía dar clases.
También tenía pibes que iban a la escuela a buscar la merienda porque era lo único que comían en el día que era del día. Cuando trabajé en González Catán estaba en la secundaria que está muy cerca del basural del Ceamse. Me costó entender que los viernes los chicos no iban porque era más más importante para ellos revolver la basura para tener algo para comer durante la semana y la puerta la abrían los viernes.
Pasaron los años y lo único que sentí como docente fue frustración e impotencia por esos años. Mudarme a un pueblo cerca de Chascomús me hizo ver que sin el basural pasaba lo mismo. Adolescentes violentos que no te miraban cuando los llamabas y querías hablarles. Tengo mil experiencias tristes de esas épocas que me llevaré a la tumba. Golpes e insultos que, creo, no me merecía.
En el 2013 me vine a CABA. La utopía. Todavía me asombra recordar que durante 2013, 2014, 2015, 2016 entraba al aula y los chicos hacían silencio. Ese silencio de respeto porque entra alguien adulto, no importa la chapa. Tuve episodios tristes, por supuesto. Pero nada comparado con trabajar en Provincia.
Esta semana me volvió a pasar. Tenía una decena de alumnos adentro de un aula y ni me miraron cuando entré. Estaba escribiendo “recordatorios” en la pizarra y ninguno se dio vuelta a mirarla o a preguntar qué significaba o aunque sea copiarlo para después.
Estoy muy triste y muy preocupada por lo que veo en las aulas. No es una, son varias. Son escuelas distintas, desde cargos distintos. Veo lo mismo. Pibes realmente desinteresados. Sí, esto ocurrió siempre. Pero no hace mucho, ese porcentaje era del 20%. Hoy de más del 90%.
Un alumno el viernes cuando le dije que no había entregado ningún trabajo práctico me contestó “¿Para qué? Si seguro pasamos de año como el año pasado sin hacer nada”. Estuve lagrimeando de tristeza desde que llegué a casa el viernes de trabajar.
Las decisiones políticas nos afectan en el día a día y las que están tomando son pésimas. Cualquier medida sobre la escuela ve su consecuencia real diez años después cuando ese chico de 1er grado se egresó de la secundaria.
Me siento realmente devastada, nunca sentí que el trabajo que hago (sí, estoy trabajando un lunes feriado como siempre) fuera tan al pedo. Tendríamos que estar festejando revolear el tapaboca porque estamos todos vacunados e inmunizados.
Sin embargo, acá estamos. Pidiendo “quedate en casa” porque no llegan las vacunas en tiempo y forma y los que deberían habernos cuidado están tomándose un vino en otro país o sacándose fotos con cuadros de artistas con tal de ponerla.
Perdón la catarsis pero realmente estoy muy triste. Sigo trabajando porque es cierre de cuatrimestre y trato de ponerle onda mintiéndome a mí misma creyendo que todo va a mejorar o, por lo menos, a estar bien un rato.
Fuente: lavoz.com.ar