RURAL / CAMPO
23 de junio de 2021
“El campo siempre fue la billetera de todos los gobiernos”.
SAENZ PEÑA (Agencia) – La medida que restringió la exportación de carne, implementada por el gobierno nacional, no generó la baja del precio del alimento en el mostrador, pero provocó incertidumbre en el productor “porque las reglas en Argentina no son claras, desde el Estado se dice una cosa y a la media hora se ejecuta otra completamente distinta”.
En los corrales, en el frío de estos días de invierno y con la mirada hacia el cielo rogando para el período seco no genere más pérdidas, la presidenta de la Sociedad Rural de Villa Berthet, Mariela Kasko, con la verborragia sincera que la caracteriza, no duda en asegurar que “es muy fácil para los funcionarios tomar decisiones a mil kilómetros o más, en una oficina con calefacción o aire acondicionado”.
La medida restrictiva finalizó, pero “es una incertidumbre”. “Se ataca siempre al campo, pero el campo siempre fue la billetera de todos los gobiernos”, afirmó en diálogo con NORTE. La dirigente, de familia de tradición ganadera, sentenció que “es la contradicción del relato y la realidad”, aclarando que lo dice “como apartidaria, porque al único partido al que pertenezco es al del laburo, si no trabajo no como y así ocurre con todos los productores, tengan poquito, algo más o mucho”.
“DICEN UNA COSA Y HACEN OTRA”
“La tergiversación es constante, se dice una cosa y la realidad es completamente distinta. Tal vez el problema seamos los dirigentes que no nos tomamos el tiempo, o no lo tenemos, para contar realmente cómo son las cosas en el campo y así nos entiendan. Somos laburantes genuinos”, señaló Kasko. Agregando la invitación a los funcionarios que toman las decisiones, a “que vengan y laburen con nosotros y así se fijan que tan fácil es ser productor agropecuario”.
MEDIDAS QUE DESANIMAN
“Como economía regional que somos, las medidas restrictivas que toma el gobierno nacional nos impactan y un claro ejemplo es lo que ocurrió en el 2006 con una política contra el campo que provocó un desastre en el sector ganadero en todo el país”, analizó la conductora de la Rural del departamento San Lorenzo.
En este contexto de desconfianza hacia toda determinación surgida desde el Estado, la productora ganadera refirió que se soportaron “dos años de inundaciones seguidas, después la sequía y cuando se intenta levantar cabeza, el gobierno ejecuta alguna acción desalentadora”. “Las reglas en Argentina no son claras y así no te da ganas de invertir; hoy se dice una cosa y dentro de media se hace otra totalmente opuesta. Si no tenemos políticas claras para el sector, que nos permitan realizar inversiones, dudo que se pueda seguir con la actividad de producción primaria”, aseguró.
LAS VENTAS EN EL CORRAL
En la carne, a la hora de las ventas en el corral, el comprador les exige a los productores “calidad y cantidad, entre otros varios ítems”, y para cumplir con esas exigencias, el ganadero deber realizar inversiones en genética, pastura y sanidad. “Criar un novillo de exportación, desde que nace hasta que se comercializa, pasan casi tres años y en ese período son muchos los gastos”, mencionó Kasko.
“Nos acusan a los productores de cobrar en dólares, lo que no es cierto porque nosotros recibimos la paga en pesos, pero tenemos que comprar los insumos en valores de la moneda estadounidense, ocurriendo que algunos repuestos, no se consiguen, como es el caso de las cubiertas para los tractores. Compremos industria nacional nos dicen, lo que sería lo ideal si tenemos disponibilidad con precios competitivos y calidad”, añadió.
PRESIÓN IMPOSITIVA
El mensaje coincidente del sector productor de alimentos es que las medidas que limitan la libre comercialización, “para lo único que sirven es para desalentar al sector”. “Está probado que casi el cincuenta por ciento del valor de la carne son impuestos. El campo paga 167 clases de tributos, entre los nacionales, provinciales y municipales; en los últimos 17 meses se modificaron 21 leyes tributarias, siempre cambiando los índices hacia arriba y nos manejamos con miles de disposiciones administrativas que son inviables”, detalló la presidente de la Sociedad Rural de Villa Berthet.
La carne, en el período de congelamiento de las exportaciones, “no retrocedió en el precio para el consumidor, subiendo un diez por ciento por presión impositiva”. “Tuvimos 17 aumentos de combustible y eso repercute en el precio del producto en las carnicerías”, ejemplificó.
Disfrazar la inflación
SAENZ PEÑA (Agencia). “La carne no es lo único que se incrementó, toda la canasta de alimentos tiene subas impagables y no los veo quejándose por eso. El tema siempre es la carne o el grano, es atacar al que produce”, mencionó sin vueltas la productora berthense.
En sus apreciaciones, no deja pasar que “los sueldos en el país son muy bajos, no acompañaron el nivel inflacionario”. “El valor de la carne no es alto, porque la proteína animal en Argentina es una de las cuatro más baratas del mundo, pero el problema en este país es el alto nivel inflacionario que los gobernantes no saben cómo frenar y la quieren disfrazar”, afirmó. En este sentido, añadió que “el productor agropecuario no es formador de precios, es tomador de precios y si intervienen el mercado, como acostumbran, esto se desmadra y se perjudica el sector”.
Fuente: Diario Norte.