La producción de petróleo en Argentina se encamina hacia niveles históricos, impulsada por el desarrollo de Vaca Muerta y la mayor eficiencia en la explotación no convencional, con un aumento del 13,7% interanual en septiembre que acerca la producción al récord de 1998. Con este desempeño, las exportaciones de crudo podrían superar los US$6.000 millones este año. Según informes, la balanza energética mantuvo en septiembre un saldo positivo de US$ 775 millones, y las proyecciones oficiales para 2025 prevén un superávit de hasta US$ 8.000 millones, el más alto en décadas, pese a que la caída de los precios internacionales modera las expectativas de crecimiento en las exportaciones.

Ernesto López Anadón, presidente del IAPG, afirmó que el récord es "para festejar", destacando que Vaca Muerta permitió revertir años de estancamiento y proyectó que el país alcanzará 1,5 millones de barriles diarios hacia 2030, duplicando el nivel actual. Sin embargo, el avance plantea desafíos de infraestructura, como la necesidad de ampliar la capacidad de transporte y la inversión en servicios, y enfrenta obstáculos internos como las retenciones del 8% a las exportaciones. El proyecto Vaca Muerta Sur y el régimen RIGI se presentan como herramientas clave para acelerar estas obras, mientras YPF mantiene su estrategia de inversión en el yacimiento.

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