Este martes vence el acuerdo del Gobierno con las empresas por el cual se convino congelar los precios de las naftas y el gasoil. Todo conduce a que se decidirá un nuevo aumento. Discrepancia entre los estacioneros por una posible suba.

Allá por agosto, el Gobierno acordó con las empresas congelar los precios de las naftas y el gasoil por 90 días y, al mismo tiempo, avanzar en un proceso para acercar los valores locales del crudo a los internacionales, recuerda el sitiosurtidores.com.ar.

El convenio fue pactado entre representantes de YPF, de Shell y de Pan American Energy en una reunión con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. A la par se decidió una reducción paulatina sobre el precio sostén del barril de crudo fijado hoy en valores más altos que los internacionales.

Vencido este plazo se especula que los valores treparán en lo inmediato 8 por ciento. Si bien ante la ausencia de información oficial por el momento son solo versiones, todo indica que mañana las pizarras de las estaciones de servicio amanecerán con un nuevo ajuste, posicionando la nafta Premium por encima de los 20 pesos.

La determinación no provoca en los expendedores una reacción unánime. Mientras algunos sostienen que la suba mejora los números del negocio, en especial en momentos que deben enfrentar el ajuste salarial correspondiente al segundo tramo del Convenio Colectivo, otros están en desacuerdo con la medida por el impacto que provocará en la demanda.

En esta línea se ubica, Ángel Luis Bigatti, Presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, quien manifiesta analizar alternativas que permitan una recomposición por el servicio que el comercio realiza para el Estado: “no se puede hablar en Argentina de precio de la naftas, tenemos que hablar de los impuestos. Es tan grande la magnitud del porcentaje impositivo que las estaciones son agentes de retención, y lejos de ser reconocidas por esta tarea, tenemos que pagar”.

El empresario cuestionó que “no existe un organismo de coordinación que mida la capacidad contributiva”, lo que termina afectando a los operadores, actualmente trabajando sobre el punto de equilibrio, según Bigatti, de 300.000 litros mensuales aproximadamente.

Por el actual contexto de la región noreste, no está de acuerdo con seguir actualizando las pizarras: “perdimos totalmente la demanda de los camiones que van o vienen al extranjero – Paraguay y Brasil – porque consiguen producto más barato cruzando la frontera”.

Precio

Además, pensando en la economía local, alertó sobre el impacto de incrementar los costos en transporte: “los fletes son antieconómicos y muchas producciones hoy son inviables”. Indirectamente, cuando cae el empleo, termina disminuyendo el consumo. El diésel estima que este año mermó un 40 por ciento, pero la nafta aclara que se mantiene en proporciones similares.

En este escenario, el dirigente recomienda aplicar políticas serias y de largo plazo para el desarrollo de los biocombustibles. En el NEA, por las condiciones naturales de la geografía, hay gran potencial para su elaboración, lo que redundaría en beneficios para la población, el comercio y la industria.

Fuente: datachaco.com