Leer  es un verbo difícil de conjugar, sobre todo cuando decimos ¡lean! en imperativo, cuando en realidad  debiéramos acostumbrarnos a decir leamos. Pero ese amigable en el tono más amigable  que lo podamos pronunciar, porque para mí el acto de leer  es un acto de amistad entre el texto, el autor y el libro.

Un amistad que parece cada vez a más temprana edad  y se prolonga  un poco más de lo habitual si esa amistad se fue fortaleciendo con el paso del tiempo.

Un amistad fortalecida es la que perdura  y es donde encontramos el apoyo,  respuesta ,  contención, el recuerdo  agradable y tierno  de que …había una vez…..

Pero nosotros  ¿leemos? ¿Qué leemos? ¿Qué libros viven en nuestra memoria? ¿Qué  autores recordamos? ¿Tuvimos ese encuentro amigable con el libro  en nuestra infancia? ¿Quién nos acompañó?.

Son preguntas que debemos respondernos para saber  que hacer cuando invitamos a leer a los niños. Debemos saber cuestionarnos para traducir en cada acto  o momento de lectura esas respuestas.

Somos participes necesarios  en esta relación que debe ser duradera, no solamente para aprender  y conocer el mundo  sino par pode crear  otros mundo posibles.

Leer para nosotros, los docente  y los padres es una obligación  y conocer los autores una obviedad   para poder ofrecerles  a los lectores la mayor cantidad  posible de opciones  para que se acostumbre a beber  de distintas fuentes  y aprenda a revelar los misterios  encontrados en una vasta bibliografía  que no se agota en dos o tres vagamente conocidos  o promocionados.

Leer es una aventura posible  y  contar es una buena oportunidad para comenzar ese largo y maravilloso camino que lleva  al maravilloso mundo de los libros.

Articulo N° 1

Titulo: Yo leo, tú lees, nosotros leemos.

Autor: Esteban gonzalez

Fecha: Abril de 2015